Sinopsis:
Los hermanos Vicario han pregonado a los cuatro vientos su intención de matar a Santiago Nasar. La noticia está en boca de todo el pueblo, pero, colmo de los colmos, el único que no lo sabe es la víctima y por si fuera poco, las casualidades se entrelazan para que nadie ni nada sea capaz de parar su muerte. Es por ello que este sale tranquilamente a la calle como cualquier otro día aún sufriendo la resaca de la noche anterior, causada por la gran boda de Ángela Vicario y Bayardo San Román. Lo que él no sabe es que la novia ha sido devuelta a su casa después de que su nuevo esposo haya descubierto que no es virgen, y por ello, al revelar a sus hermanos el nombre del supuesto autor de la fechoría, nuestro trágico protagonista, Santiago Nasar, estos salen en defensa de su honor que acaba provocando un asesinato sangriento, caótico y estúpidamente inevitable.
Valoración crítica:
El autor relata la obra haciéndose valer de las memorias y la información que ha recopilado el primo del protagonista al preguntar, varios años después de la muerte de Santiago, a los testigos de la muerte.
Las elipsis, los saltos en el tiempo, el constante bombardeo de nuevos personajes y que el autor pierda el hilo principal para contar pequeñas historias hacen que la obra pueda resultar caótica y complicada, aunque esto es en verdad lo que hace interesante e increíblemente agudo el relato.
En conclusión, este es un libro altamente recomendable, ya que el estilo es único y el autor muestra una gran maestría al hacer de una trama pequeña y simple una obra maestra con un final que deja un regusto amargo en la boca del lector.
Autor de la reseña:
Ane Aramburu
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